Las alas de lo sueños elevan nuestra alma al natural,
condicionan la esperanzas en forma de disfrute interno donde el apogeo de la
naturaleza forja esa naturalidad en su estilo elegante y preciso sin esfuerzo
elaborado.
El no sentir el calor de tus abrazos encandila y hacen
tartamudear a los mismos sueños en quebrantables debilidades que se sonrojan,
me gustaría que a través de esta ventana pudieras ver el marco de la vida que te sonríe, darle un nuevo frescor
que renueva los pasillos de la dulce melancolía que queda en la esquinas de
nuestra mente.
No quiero precisar un nuevo aliento, aunque tengo miles en
espera, debo ese marco al estupor que
gatea ante la sorpresa de lo que me espera, debo mi alma a esa ventana que abro
al mundo con ilusión donde los poderes de la imaginación se trasforman en
virutas de compasión y entendimiento, se trasforman las palabras en perfumes de
adoradas profecías de un saber estar sin sufrimiento.
Sigo sonriendo sin saber porque, pues no me importa
reflejarme en las gotitas de disfrute que me mantienen de puntillas en las profundidades de ese gran suspiro ,de esa
gran corteza de esencia permitida por mi
alegría, donde las grandes raíces saben
arraigarse en la disculpa del ¿ qué me
importa? Solo quiero situarme en la silueta de la vida donde pueda sonrojarme ante
el mero detalle de lo ambiguo, en la cual todo sea más sencillo, donde las malas corrientes no estropeen este marco que con tanto esmero cuido,donde mantengo esta profecía firme y esbelta y donde las oportunidades saben brillar sin luz prestada.
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