La poesía de un brebaje es el instante perfecto para arrancar una sonrisa en
la oscuridad, es el dulce acariciar en la piel de la luna en ese pasado ya sin recursos, un nuevo retomar al derecho de darle una nueva forma a nuestro autentico
corazón.
Vuelve el otoño de recuerdos en que el alma se agazapaba
hacia la esquina de la nostalgia para teñirse del color de la tristeza, donde sucedían
cosas extrañas en el albor de la nostalgia.
Supe darme cuenta que tu mi querido instinto tenías razón,
que solo había que vivir como respirabas, en cada aliento del nuevo resurgir,
que no había que comprometer nada ni agitar mi corazón por cosas innecesarias,
que no había que intentar solo hacer, que el verdadero compromiso era dejar la
fragancia de una buena esencia y que el miedo era un sarcasmo de lo innecesario.
luna en cada acontecer,
hazlo con la pasión del
vivir con un nuevo oxígeno en tu alma, es tan
fácil no
enredar los caminos de la sinrazón, es
tan fácil no sonrojar a los enfados y deleitarte
con la auténtica miel de tus delicias que
te
arrepentirás durante toda unas mil vidas el no
saber acariciar la luna en
cada mirada de
inocencia que no sabe ni quiere
comprometerse
al deseo de vivir
de manera “realista”.
Orlandito
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