Como lo prometido es deuda continuamos esta elegancia en la sencillez
de un simple punto de vista, en una loca reflexión tardía… ¿sabes ?,Cuándo era
muy chiquito mi gran imaginación y
curiosidad me hacían pensar cual es sentido de la felicidad ,me paraba sorprendido a ver la cara de la gente e
ideaba y me preguntaba porque muchas eran tan alegres con tan poco y otras con
tanta “riqueza personal” no lo eran tanto, porque muchos se paraban a pensar
tanto y no disfrutaban del momento y
otras con un “tantito” ya les valía.
Esa sensación me acompaño como una sombra durante muchos años,
porque yo mismo estuve encerrado en una espiral de pensamientos negativos que se
adueñaban y devoraban mi energía, de pequeño creo que pocas veces esboce una
sonrisa amplia, si soy sincero creo que en esa época jamás estuve contento conmigo mismo, o
pensaba en mi inocencia que no debería,
no lo sé.
Ese tener la llave de mi propia prisión, y no saber girarla
en el sentido adecuado para abrirla, ese no saber explorar muchas cosas que tenía delante me añadió a las máscaras
que hacen su baile preferido escondiéndose eternamente sin ser honesta consigo
misma, sin saber cómo forjar su perfil “idóneo”, tratándome en mi rigidez y en la analítica, tosco en saber mover en un espacio tan amplio,
tímido por excelencia y serio por dura plantilla.
Mi curiosidad se alimentaba de esas caras que salían
sonrientes tras una clase de artes marciales, me llamaban terriblemente la
atención, la seguridad y aporte que muchos trasmitían tras la salida de los
mismos, el misterio de Oriente más la imaginación de alguien con tanta inocencia prendaron en mi
ser lo que sería mi mejor mentor de aprendizaje personal, donde las técnicas
serian un mero instrumento personal para poder desarrollarme de manera íntegra
y completa.
Mi corazón ardía de pasión
al saber que podía ser yo mismo, no me importaba que tras salir de
trabajar el tener que caminar cerca de
unos veinte minutos para ir entrenar y volver de nuevo muy cansado, jamás
llegue a tener algo que por fin me
llenara tanto, no sabía por aquel entonces el porqué de ese gozos, si eran por las floridas técnicas, si era por una
elección propia de algo que nadie les gustaba en casa ,ni tenia ejemplos cerca,
ya que a nadie gusto tanto como para decir de manera obsesiva para apuntarse en el mismo y continuar una y otra vez.
El mundo podía caerse a trozos en esa época que mi sonrisa
interior era plena, fue más tarde mediante mi propia autorrealización y
descubrimiento donde me sorprendería lo que hallaría ,mi propio potencial era
descubierto, me abría los ojos y lo que es más, saber usarlo en los acordes
precisos para poder trasmitirlo de manera sincera y honesta conmigo mismo.
A partir de ese vislumbrar interno se empieza un cambio que
es eternamente impredecible, hoy mi sonrisa es más amplia y se exterioriza de
manera natural, como la de un niño que sonríe y llora sin tapujos, sin mascaras
sin perjuicios porque aún no ha aprendido ese camino que le llenara de actitudes
y potencial o se cobijara en la manta y el calor de su miedos y rutinas si se
lo permiten…
Tras pequeñas bagajes personales ideo mi propia fórmula para
“atrapar “ese felicidad, mínimo que no me conduce a ella, y retomo las
preguntas que me hacía inocentemente de pequeño ¿Qué nos hace felices?, ¿Que nos
detiene en nuestros sueños?, ¿para que están los miedos?.
Esta vez la retomo con una mirada inocente y sin tapujos,
relajándome a la hora de hacerme las preguntas y hallando las respuestas
correctas para mí, investigue sobre esa punta del iceberg y descubrí las auténticas
profundidades de mi ser, poder seguir haciendo esa andadura de manera personal
con la dicha de encontrar el tesoro,cosa que pensaba solo hallaría escrito en los mapas más inhóspitos pensando
que era una simple panacea.
Espero que puedas descubrir la tuya, ya que todo esto es puramente personal e intransferible ..,seguimos en la segunda entrega, ya sabes …para que no se haga “mu” largo ; )
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