Encuentro en la sabiduría un menester grato de elocuencias en
el instinto, donde me gusta deleitar la poesía de un gran encuentro llamado libertad,
donde me gusta pasearme por el entreabrir de esa sonrisa encantadora, el buen hacer
de la fragancia que embriaga la
eternidad y complace sueños es solo ese encanto en pura delicia que haces
realidad.
El vínculo que sana es solo permitir que no envejezca la
fragilidad de una juventud en el alma, está en permitir que encienda el alma al
acontecer de nuestra propia aventura y no dejar que nos convirtamos en robot de
nuestras creencias y programas del pasado.
Visualiza tu juventud como el poderío de tu alma, deja
respirar al encanto de tu sabiduría al comprender que la belleza de ser
vagabundos de nuestra propia ignorancia lleva una razón de ser, deja a tu subconsciente emerger en las alas de la
vida.
El verdadero encanto está en hacer y no en prometer a ti mismo que lo conseguirás, en
aprender a soltar tus aspiraciones y no retenerlas como prisioneras de tu alma
hasta encontrar el momento perfecto, siéntete merecedor y te darás la
importancia que tu sonrisa interna te suplica en años.
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